Foto: difusión
Antes que nada, Marty Friedman comenzó diciendo que Jason es su inspiración, ideal para escucharlo todas las mañanas y empezar un gran día. No es solo un maestro con la guitarra o un gran músico sino que es un ejemplo a seguir. Luego, cuenta cómo se hizo su amigo y hasta lo invitó para su primer álbum de Cacophony.
Marty estaba concentrado día y
noche para componer su primer disco solista. Ya estaba a un 80%, casi listo
para entrar a la sala de grabación. Entonces, vino su productor Mike Varney a
recomendarle un guitarrista. "Debes escuchar esto, tiene 16 años el chico",
se refirió a un tal Jason Becker.
Lo escuchó, pero solo se limitó
a un "sí, toca muy bien". Cogió la guitarra y prosiguió a tocar.
Marty ya estaba algo harto de estas recomendaciones ya que no solo estaba
concentrado en su carrera musical, si no que Mike le traía cada demo que se le
presentaba.
El productor entusiasta, le
sugirió un encuentro ya que a diferencia del ex Megadeth, quería un segundo
guitarrista. Con un poco más de insistencia, aceptó. "Ni bien
conversamos, me enamoré, era un tipo agradable".
Ensayaron y se dieron cuenta
que había bastante química entre cada nota musical. "Es muy joven así que
todavía no estaba desarrollado su habilidad, pero aprendía muy rápido",
recordó de la época.
"Tras andar con Jason, me
di cuenta que era el indicado para que toque en mi disco solista", declaró
aunque inicialmente no era su plan tener dos guitarras.
De esta manera, lo incluyó en
todas las secciones que pudo, "aprendió muchas cosas rápido y grabamos
bastante".
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